Manejo del Estrés
Contrariamente a lo que se cree, el estrés no es un problema o una enfermedad, es un mecanismo de defensa que tiene el cuerpo para soportar diversas situaciones o problemas que se presentan.
En la actualidad el estilo de vida nos presenta una larga y variada serie de situaciones que pueden ser desencadenantes de reacciones estresantes. Las exigencias en el trabajo, los problemas para la conciliación laboral y familiar, enfermedades crónicas, separaciones o perdidas, frustración, problemas económicos, y cualquier situación que se nos presente y que nos cause la sensación de inestabilidad, amenaza, o temor. Cuando no sabemos como manejar esas situaciones y esas reacciones físicas y psicológicas se prolongan por un plazo largo de tiempo es cuando tenemos un problema de estrés
Agresividad, Comunicación y Resolución de problemas
La ira es una emoción siempre presente en nuestra vida. Es su expresión sin control lo que puede constituir un serio problema.
Esta emoción aparece en situaciones en las que percibimos que:
- Estamos siendo tratados injustamente.
- Estamos siendo atacados física o psicológicamente.
- Cuando nos sentimos frustrados al no conseguir lo que deseamos.
El ataque de ira es una conducta (física o verbal) agresiva y violenta, no premeditada y desproporcionada ante cualquier provocación real o percibida. Son episodios en los que la persona pierde el control y esto le produce una sensación de liberación, pero seguida de un sentimiento de profundo remordimiento. Este tipo de episodios de ira derivan en problemas con amigos, pareja o familiares, pudiendo generar conflicto en las áreas laborales y personales.
La terapia en estos casos, está centrada en el entrenamiento en control de los impulsos, el manejo de los pensamientos que la mantienen, la expresión emocional y la gestión del estrés que acompaña a cada episodio. Al mismo tiempo se trabaja en el desarrollo de las técnicas y estrategias adecuadas de comunicación y resolución de problemas.
Fobias
La fobia es una forma especial de miedo y reacción desproporcionada. Está fuera del control voluntario de la persona e implica respuestas para evitar la situación u objeto que se teme, y es persistente en el tiempo
Aunque la persona reconoce que su miedo es irracional y excesivo le es imposible controlarlo, buscando evitar en la medida de lo posible exponerse al estímulo temido.
Los comportamientos de evitación, la anticipación ansiosa, o el malestar provocados por la situación temida interfieren acusadamente con la rutina normal, con las relaciones laborales o académicas provocando un malestar clínicamente significativo.
Las terapias de las fobias van encaminadas a que la persona aprenda métodos de reducción de la ansiedad experimentada y del miedo al estímulo temido, posibilitando una exposición gradual al mismo.